domingo, 8 de noviembre de 2015
dia internacional de la constitucion
EN EL DIA DE LA CONSTITUCION
Constitución del 6 de Noviembre de 1844 expresó claramente que la independencia proclamada el 27 de Febrero no fue una simple separación de Haití sino el alumbramiento de la República Dominicana
El día 6 es el día de la Constitución puesto que fue un 6 de noviembre del año 1844 que en la ciudad de San Cristóbal se firmó la primera Constitución de la República, consumando así la formación de la República Dominicana como una nación libre e independiente.
La Constitución del 6 de noviembre del año 1844 vino a despejar toda duda o medias tintas respecto a si lo del 27 de febrero del 1844 fue una simple separación del yugo haitiano o si en verdad fue una formal declaración de la independencia y alumbramiento a la vida de la República Dominicana.
Si juzgamos toda institución, acto y acción por su función histórico-social, no cabe duda de que las fuerzas que trataron de mediatizar y congelar como un simple acto separatista lo del 27 de Febrero que se simboliza con lo de “El Trabucazo de Mella”, fracasaron y, en efecto, visto y juzgado por su consecuencia y función histórico-social, que fue el alumbramiento de la primera Constitución como nación para la República Dominicana, es indudable entonces, que lo del 27 de Febrero fue la declaración de la independencia nacional y no un simple acto separatista, como intermedio, puente o receso para buscar un nuevo amo recolonizador.
Quienes insisten en circunscribir lo del 27 de Febrero a una simple declaración separatista, con su intento sólo ponen de manifiesto su estrechez de mira prohijado por una mentalidad escolástica y metafísica, además de anti-dialéctica, que esconde el espíritu lacayo y amante del coloniaje de sus sustentadores, no importa el disfraz con que quieran encubrirse. Esto por un lado, puesto que del otro lado de la moneda, está el marcado espíritu fatalista y pesimista que persiguen abonar y difundir los que no cesan en su empeño en echar lodo sobre la continuidad que a todas luces caracteriza la lucha, a todo lo largo y ancho de la historia nacional, por la formación de la nacionalidad dominicana, que cuaja en la nación, hoy de nuevo amenazada con ser destruida por los recolonizadores y reanexionistas, representados por los agentes neoliberales de CONEP, AIRD, ANJE y las otras organizaciones patronales, que predominan en las direcciones de los tres corrup-PRD, corrup-PRSC y corrup-PLD, así como se confirma en la condición de agentes de los consorcios monopolistas recolonizadores, títeres, lacayos de éstos e irresponsables ante la nación y el pueblo, de Rafael Hipólito Mejía y Leonel Fernández y ni qué decir del payaso Eduardo Estrella.
Los continuadores de los esfuerzos por la formación y consolidación de la nación dominicana libre y soberana frente a los designios colonialistas e imperialistas de toda potencia extranjera, abogamos por un Estado moderno, basado en una Constitución moderna, donde cada dominicano tenga garantizado el derecho inalienable y, por lo tanto, sin que nadie tenga derecho a despojarlo de disfrutar, igual que los demás dominicanos, de las riquezas y bienes nacionales.
El día 6 de noviembre de este año debió ser celebrado por todos los dominicanos como un día de máximo regocijo, solemnidad y reflexión. Sin embargo, el 6 de noviembre del 2003 se conmemoró como un día cualquiera, lo que no es más que una comprobación del menosprecio e irrespeto de las autoridades de marcado carácter antinacional, títere y lacayo de los poderes extranjeros, hacia los esfuerzos por la formación de la nación que han llevado a cabo, generación tras generación de dominicanos, quienes no han vacilado en abonar no sólo con todo tipo de sacrificios, sino hasta con su sangre el árbol de la causa nacional.
Contrasta esta infame actitud de las autoridades del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo y del Poder Judicial y sus correspondientes órganos y en particular de las FF.AA.-P.N., con la forma obsequiosa y hasta infame en que se muestran para declarar día de fiesta nacional cualquier fecha en que la Iglesia Católica festeja una de sus santísimas supercherías y su primitiva idolatría salvaje como el de Las Mercedes, la Virgen de la Altagracia, Corpus Cristo, Jueves Santo, Viernes, Sábado Santo y cuchumil disparates más.
Y no sólo que se declara el día festivo, o sea de fiesta, por tales supersticiosos motivos, sino que son hasta capaces de llegar al colmo de cortar una semana mitad a mitad, con un día no laborable un miércoles, un martes o un jueves. Esa superchería y hechicería vulgar y barata es muestra fehaciente no sólo del oscurantismo imperante, sino del carácter reaccionario y recalcitrante opuesto a la modernización y a la elevación cultural y civilizada del país, la nación y la sociedad dominicanos.
Honremos pues, destacando todas estas lacras predominantes que obstruyen la construcción de un país dotado de una moderna y avanzada Constitución, como homenaje merecido a la fecha en que se aprobó la primera Constitución de la nación dominicana y todo lo que esto significa en la brega, que continuará hasta lograr la meta, por la formación de un país para todos los dominicanos.
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